"Así es la vida po"

[Foto: ISA]

La verdad no cacho bien como partir.

¿Usted ve las noticias?

¿Hoy vio la noticia del joven universitario que fue baleado por los pacos?

¿Se está preguntando por qué cresta hago estas preguntas?

Pues bien, le comento.

Ah… quisiera decir que el tema político, en lo que leerá a continuación, importa un bledo.

Haber… digamos que quiero hablar del destino. De imaginar-pensar en qué cresta nos tiene deparado el destino.

El Matías fue mi compañero de colegio cuando era una pendeja, creo que de 1ero a 5to básico… y ni siquiera estoy tan segura. No éramos amigos, pero jugábamos juntos en el recreo al pillarse, igual que todos nuestros compañeros.

Antes de él, fue la Daniela… que le bajo por ponerse pechugas y se topo con un médico incompetente. Y antes de la Daniela, fue la Kathy… una de mis mejores amigas de esa época, que murió porque alguien no durmió una buena siesta antes de viajar.

Con la Cata nos preguntábamos ¿qué cresta está pasando que todos nuestros compañeros-amigos de infancia se están muriendo? Si hasta me pasé el rollo de “destino final”, pero entendí que la vida no puede ser una película tan mala.

Y termine pensando en el destino, en las metas y en si realmente vale la pena planificar todo. Siendo una persona bastante estructurada, es un poco complejo creer en que la vida tiene que darse sin tener un plan. Pero de tanto planificar la vida, uno termina olvidando que ésta misma se puede ir en lo que demora en llegar una bala en el pecho o en chocar un auto.

Así que voto por las metas a corto plazo y las largas dejarlas como sueños, trabajar por ellos… pero que no se me vaya la vida en eso.