Navidad

Hace tiempo que el sentido de la navidad cambio. No es como cuando eres chica, ya no hay celebración familiar los 25 donde los abuelos, no hay árbol de pascua con monitos de chocolates colgados y que entre todos los primos nos peleábamos. Ya ni siquiera importan los regalos… y para que decir si importa el sentido religioso.

¿Será que ya no tenemos tiempo o simplemente el tiempo pasa alejando viejas costumbres?

Cada cual en lo suyo y que más da. La magia dejémosla para los pequeños, para quienes creen que el viejito pascuero bajará en trineo y nos dejará justo lo que deseamos durante el año.

No odio la navidad, de hecho me gusta. Es rico ver que la gente anda feliz y te reafirma cuanto te quiere, independiente de si en verdad te importa o no la navidad.

Lo que se extraña es la magia navideña de antes.

Feliz Navidad para el que lea.

Terapia Flojerística

Se vienen las vacaciones y tengo libre hasta enero (se viene la práctica, uhhhh). Y en vista que no ha salido ninguna pega, decidí ser 'doña flojera andante'.

Ayer comencé mi terapia flojerística. Después de haberme convertido en cenicienta, sin el príncipe azul claro, y de haber ordenado al menos gran parte de mi casa, decidí patanear-flojear-no hacer nada.

Estando en la cocina, noté que a mi terapia le hacia falta su ‘buena comilona’, así que agarre su buen vaso de bebida + pedazo de queque (total parte de la terapia es comer lo que se venga en gana). Subí a mi pieza, agarre mis cajas de cd’s y puse play. Encontré música que no escuchaba hace mucho tiempo. “Que rica son las vacaciones”, pensé.

Oficialmente no salgo, gracias a Duoc que no quiere dejarnos ir. Pero no importa, el hecho mismo de tener “casi-nada” que hacer, es estar en vacaciones.

Así que a flojear y engordar se ha dicho.

La buena mezcla: Massive Attack + Elizabeth Frazer (Cocteau Twins)

Black Milk (live)


Teardrop (live)

Sutil

Te vi. Llorabas sentada en un oscuro rincón. Tus lágrimas caían lentamente. Cualquiera que te viera sabría que caerían en la falda verde que llevabas puesta. Pero nadie te vio.

El ruido de la ciudad se detuvo. El ladrido común de un perro en la tarde, dejo de sonar. Y ahí estabas, sentada en tu rincón.

¿Querías escuchar palabras de consuelo? ¿Pretendías siquiera sentir una mano en tu hombro? Ilusa, que mujer más ilusa.

Violeta se para lentamente, agarra un pañuelo limpio, lo pasa por su rostro y camina.

Lo sucio queda atrás – piensa.

Camina lentamente y recuerda palabras. Esas que a veces se dicen al pasar y que de pronto cobran sentido.

Llega hasta un paradero, a su alrededor muchas personas. Conoce unas cuantas, pero aún son lejanas, casi unos extraños, como el resto.

Sube, se sienta junto a la ventana y mira las calles. No las observa, simplemente mira.

Violeta creció en una familia numerosa, pero nunca se sintió parte. Tenía la sensación de pertenecer y no pertenecer. De estar físicamente, pero su mente viajaba por lugares que nadie imaginaría jamás. Un mundo soñado. Un sueño.

Mientras viaja, no hay sonidos. Solo procesa imágenes, de lo que podría ser y lo que será. Frunce el seño y cruza los brazos.

En lo sutil está la clave - piensa.

Entonces deja de mirar y decide observar. Mira a su alrededor y observa aquello que no quería ver. Y en lo sutil, encuentra la respuesta de todo.

Lo observó, proceso y entonces entendió. No es lo que se quiere ver lo que importa, lo importante es lo que realmente se ve. Violeta entristeció, no le gustó lo que observó. Intento una y otra vez de mirar, pero no pudo. Cuando observas lo inevitable, no hay vuelta atrás.

Entonces se paro. Se bajo y siguió su camino.

Espíritu Grupie

Lo confieso estoy demasiado feliz porque viene Coldplay, pero la gracia saldrá 40 lukas como menos y ahí es donde comienzo a pensar en el gran “OH NO”.

No tengo dinero. Y comienzan a funcionar las neuronitas y a pensar ¿de donde saco $?

Trabajo… busque trabajo.

En fin, sea cual sea la opción el espíritu grupie me inunda.

¿Quién no ha sido grupie alguna vez?

Siempre he tenido tendencia a ser una adicta a la música y a admirar a sus músicos. Y es que sin música, ¿Qué seria de mi? Oh mi dios, nada.

Siempre he logrado con las personas mantener una cierta conexión gracias a la música. Que mándame el mp3, que escucha el nuevo disco de, oye descubrí un grupo, oye esta canción te va a gustar, etc…etc.

Y cuando era más chica, era peor. Era de las que iba a los conciertos con un grupete de amigas y esperábamos 500 mil horas antes de entrar, sólo para estar en primera fila, cantar, mirar y gritarle cosas al mino rico de la banda. Escuchaba grupos ‘raros’ o ‘poco conocidos’ y buscaba por todos los medios conseguirme el disco (que al final la opción era bajarlo de Internet). Y, porque no decirlo, hice que mis viejos gastaran mucho dinero en entradas caras y lo peor, no me daba ni dolor de guata pedirlo… 0 cargo de conciencia.

Ahora poseo el espíritu grupie ahorrativo (o también “arrégleselas solita”), así que a juntar las lukas no más… y si alguien se apiada de esta pequeña niña grupie, bienvenido sea (sirven los auspicios jojo).

Mensaje a mis amiguis: de allá somos.

[vean las “monitas danzantes”, son lo mejor… las ame]