Lugares comunes

Andar en bici resulta todo un viaje interno, no hay música, no hay televisión, no hay computador… eres tú, el viento, tu bici y tus pensamientos (aunque suene muy slogan). No te das ni cuenta y ya has avanzado una cuadra entera pensando en diferentes cosas.
Mientras avanzaba, pensaba y miraba comencé a reconocer esos lugares comunes. El negocio de la vecina, la plaza llena de niños jugando fútbol y el señor que pasea a sus perritos. El furgón de las 7 de la tarde que deja a los pocos escolares que quedan con jornada en la tarde.
Y me di cuenta de algo que había pasado por alto durante algún tiempo.
DISFRUTAR.
Disfrutar de las cosas simples… del tiempo libre.
Disfrutar de la posibilidad de andar en bici un martes a las 6 de la tarde o de leer un libro a las 5 y trasnochar viendo películas.
Disfrutar de los almuerzos improvisados con amigos o de ir al cine temprano y disfrutar de una película con la sala prácticamente para ti sola, porque justo a esa hora la gente común y corriente trabaja.
No me quejaré más. Dejaré la ansiedad a un lado y entenderé que de algún modo u otro alguna pega saldrá (de lo que sea y donde sea). Mientras disfrutaré de mi cesantía y de mi curso de los sábados.