Sunday, January 14, 2007

En todo amanece

Es de noche y Beatriz se encuentra frente a su computador. Mira webs, fotos, escucha música y hace cyber vida social. El tiempo avanza sin que se de cuenta. Las personas comienzan a irse y termina sola vagando por el cyber espacio.

De pronto se detiene. Mira por la ventana y se da cuenta que la noche comienza aclarar.

Bah, está amaneciendo – piensa.

Agarra su cámara amiga y comienza a captar imágenes en el amanecer, esperando siempre la salida del sol.



La música continúa sonando. Beatriz se da cuenta de la escena y siente que todo es medio engrupido. La situación, lo que siente y, sin duda, lo que escucha. Sin embargo, en el fondo, sabe que necesitaba la escena engrupida del amanecer, digna de película cine arte (media engrupida también).


Beatriz saca su cigarro engrupido, se sienta junto a su ventana engrupida y engrupidamente se pone a mirar la ciudad que va aclarando.

Detalles… ¿hace cuanto que no se fijaba en detalles? Beatriz comenzó a sorprenderse de todo lo que se moviera y se escuchara. Los pájaros volando alocadamente, las luces de la calle que se apagan de a poco, esa brisa helada de la mañana y el sonido de los gallos, y gallinas, de sus vecinos. Todo le parece sorprendente. Engrupidamente sorprendente.


El engrupido cantante le repite una y otra vez “open up your eyes”.

¿Es una joda? – Murmura.

Sus gatos la acompañan durante todo su engrupido amanecer. Unos duermen, otros se limpian y otros la miran con cara de
¿Cuándo nos iremos a dormir?

Y allí estaba ella, sentada esperando al sol (que por cierto, nunca aparecía)

Beatriz camina de un lado a otro. Se sienta en la cama, en la silla, en el suelo y frente al computador. Mientras da suspiros de aquellos, esos que traen consigo pensamientos permanentes, cosas que se deben olvidar y cansancio. Esa mezcla extraña que se da en los amaneceres (suspiros engrupidos quizás).

Bosteza un par de veces y sigue mirando por la ventana.


Después tomo desayuno – piensa.

Cambia la música y se sienta a esperar.

De pronto rayitos de sol comienzan asomarse por la cordillera.


¡Al fin! – piensa.

Agarra su camarita amiga y empieza a sacar fotos.

Me siento engrupidamente feliz - murmura.

Beatriz permanece unos instantes mirando la salida del sol.

Lentamente se para, guarda sus cosas y se va a dormir. El desayuno, puede esperar.


[cualquier alcance con la realidad, es sólo coincidencia]

1 Comments:

Blogger Espíritu Intermedio said...

Cómo es posible que dejen pasar por alto estos relatos maravillosos?

Bueno aunque soy un desconocido en tu vida, debo reconocer que tu engrupido estilo narrativo capta mi engrupida atención y por lo mismo no puedo dejar de postear y dejarte mis saludos.

Ver el amanecer mientras otros desaparecen nos hace sentir extrañamente solitarios, pero no melancólicos, es una especie de supervivencia para poder captar cosas que otros parecen no apreciar.

Saludos engrupidos de una estrella que se está acercando a pasos agigantados hasta un intento de flor que se posa en el firmamento *Spica

3:45 AM  

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