En blanco...

Hoy fue un día inusual, de esos que un llamado telefónico te puede dejar en blanco, sin saber como reaccionar, pero a la vez con la certeza de que tienes que apoyar a los tuyos. Fue un día en que los problemas se hacen pequeños, pues porque te das cuenta de que no son tan grandes como pensabas.

Del otro lado del cielo, del universo, de la nada misma, de lo que sea. Hay quienes se alejan físicamente, pero aún así permanecen. Con sus extrañezas, sus locas ideas, su loca vida.

Bien, sin más rodeos les cuento. Hoy falleció un tío y desde que nos avisaron todo ha sido extraño.

Extraño porque por más que sepamos que la muerte llega algún día, nunca sabes con certeza cuando, ni como te pilla. No sabes como actuar ante ello, no sabes como apoyar, pero sabes que debes estar ahí para lo que te necesiten. Mañana es la ‘despedida oficial’ y va a ser como él quiso. Lo extrañaré, claro está. Será uno de esos tantos recuerdos que han pasado por mi mente y que seguirán pasando.

Apoyo infinito a mi familia, besos por mil, abrazos por mil.

Viejo, como sé que lees esto, lo único que se me ocurre para manifestarte ahora es que te quiero y te apoyo… tienes un Ángel en el cielo (y hasta de nombre lo es).