Hoy

Hoy salí de mi casa para ir al depto de la jenny, donde estaría el george también. La idea era que estuviéramos los tres leseando, y comiendo una rica pizza, como en los 'no tan viejos tiempos'. No sé como, pero logré salir de mi casa; pese a la insistencia de mi madre por quedarme, ya que, según ella, casi que me iría nadando hasta allá.

Salí, tome el colectivo y luego el metro. La ciudad estaba limpia, como hace mucho tiempo no la veía. Antes de subir al metro me puse a ver libros y ahí estaba, aquel libro que me ha tenido rayando todo este tiempo... "Noches Blancas", de Fiódor Dostoievski. Sin pensarlo dos veces lo compré. Mi felicidad era inmensa, de hecho creo haber bajado a tomar el metro con mi libro en la mano pegado en mi pecho, como cualquier niño que se porta bien todo el año para recibir el juguete que le pidió al 'viejito pascuero'. Lo fui mirando largo rato en el vagón, hasta le escribí algo bastante chistoso:

"Si me pierdo, snif, devuélveme!
a: Claudia Astorga, mi amada dueña.
Encuéntrala en: kalubea@hotmail.com"

(el george rió de mi su buen rato cuando lo leyó).

Luego guarde mi nuevo tesorito y me fui mirando el paisaje.
El vagón iba casi vacio. En mi lado derecho iba un viejito tarareando una canción, que hasta ahora ni idea cual era, y al lado izquierdo iba una pareja regaloneando. Y así me fui, para variar soñando. De repente me llega un mensaje al cel, es de la Mary, que me avisa que hoy dan Big Fish… solté una leve sonrisa y me fui todo lo que quedaba de viaje pensando en escenas de la película que se me quedaron grabadas en la cabeza, como por ejemplo cuando ‘se detiene el tiempo’ en el circo y el final, entre otras.

Por fin llego al depto, para variar un poco atrasada. Y ahí están mis amigos con su mejor cara de felicidad. Planeamos que podíamos almorzar, ya que la pizza fue descartada (snif). Pase una tarde agradable, comiendo, comiendo y… comiendo; hablando, haciendo test idiotas y riendo poco.

He vuelto a mi casa, mi madre se dio cuenta de que no era tan terrible mojarse un poco y yo miro mi libro con la misma alegría que tenía cuando lo compre.